Un trampantojo

Pues no pensaba hacer más entradas, pero más vale perder unas horas de sueño y hablaros de este trampantojo tan chulo con el que nos hemos topado practicando gastronomía molecular casera.

Empiezo con una pequeña introducción para poneros en contexto. En mi pueblo, Picanya, estamos organizando una asociación de divulgación científica, Àgora de Ciència. Hoy hemos quedado para concretar el acto de inauguración de la asociación, que consistirá en un taller expositivo de esferificaciones… Y hasta aquí puedo leer, de momento.

La cuestión es que esta idea ha sido impulsada por Encarna Coret, una crack de las esferificaciones inversas. No podía ser de otra manera, ¡las inventó su marido!.

Encarna nos ha invitado esta tarde a su casa para ponernos “en harina”. Nunca mejor dicho, porque ha sacado el kit y nos hemos puesto a jugar, como dice ella, a hacer esferificaciones de horchata. Un producto muy de la terreta y que se agradece mucho con estos calores, por cierto.

Aparte de aprender a distinguir entre una esferificación directa (el producto se mezcla con alginato de sodio y se sumerge en un baño de cloruro de calcio) y una inversa (el producto se mezcla con gluconolactato de calcio y se sumerge en un baño de alginato), nos hemos echado unas buenas risas. Y es que las primeras esferificaciones, más que esferas, parecían gulas.

- ¡Un trampantojo!

- ¡Vamos a proponérselo a las horchateras, que así amplían negocio! (*)

Y yo, muy cuca, ahí que le he echado una foto a las gulas de horchata:

 

Gulas de horchata. Aunque pensándolo mejor, con algo de imaginación, bien podrían parecer otra cosa...

¿Qué por qué nos han salido gulas en lugar de esferas? Pues por la falta de maña con la jeringuilla. Y es que, hemos empezado apretándola con mucha fuerza desde el aire y, claro, la gravedad hace su papel… Luego, con un poco más de práctica y aprovechando el principio de Arquímedes, nos han salido unas bolitas “muy monas”. Bueno eso, y que hemos echado mano de yogur :)

 

Abriendo el yogur para conseguir la "esfera perfecta".

(*) En mi pueblo hay un negocio de horchata artesanal dirigido por la misma familia desde hace alguna que otra generación. Debo decir que nadie concibe un verano sin horchatería en la plaza.