Pandemia H1N1/09: por fin llegó el final

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara hoy el fin de la pandemia tras más de un año en el nivel de alerta 6, equivalente a “pandemia en curso”. Ahora el mundo entra en una fase pospandémica en la que el virus H1N1/09 coexistirá con cuadros de gripe estacional tradicionales. 

 

Barack Obama, presidente de los EEUU durante la pandemia H1N1/09, vacunándose. Créditos: ABC News

Los últimos datos actualizados en epidemiología y virología de la OMS han llevado al Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional, formado por las mayores personas expertas en gripe, a anunciar el final de la pandemia que ha puesto en jaque al mundo desde que, hace poco más de un año, el 11 de junio de 2009, la OMS declarara el nivel 6 de fase pandémica.

La doctora Margaret Chan ha declarado en rueda de prensa que los brotes de gripe a nivel mundial han vuelto a los niveles de intensidad habituales de las gripes estacionales. La doctora atribuye este resultado a la inmunización de la población tras las exitosas campañas de vacunación, la exposición al virus o la infección de un gran número de personas. Por fin el H1N1 ha dejado de ser el virus dominante, aunque aún se encuentra entre los virus estacionales.

“Prevemos que el virus continúe circulando más años”. Afirmó la doctora Chan. Para ello, es necesaria una vigilancia continua por parte de los Estados Miembros de la OMS.

En los últimos 16 meses, el virus H1N1/09 ha afectado a casi todos los países del mundo, dejando tras de sí casi 1,7 millones de personas infectadas y mas de 19.000 muertes. Sin embargo, estos son los casos confirmados en laboratorio. Las estimaciones de personas infectadas por el virus oscilan entre los 700 y 1.500 millones, es decir, entre el 10% y el 21% de la población mundial, y se sospecha que los casos de decesos reales sean entre 8 y 30 veces superiores a las cifras oficiales.

Sin embargo, en términos epidemiológicos, ni la morbilidad ni la mortalidad del H1N1/09 han sido excesivamente altas. Las personas expertas se basan en el número reproductivo básico R0 para evaluar estos parámetros. El factor R0 da cuenta de la velocidad de propagación de la enfermedad en la población, ya que representa el promedio de casos nuevos que una persona infectada va a causar durante el período de contagio. Un valor de R0 inferior a 1 indica que la enfermedad acabará desapareciendo tras un largo período de tiempo, mientras que un valor superior a 1 indica que la enfermedad aún se está propagando y, por tanto, se requieren estrategias de contención. Cuanto mayor sea R0, más difícil será controlar la epidemia.

Para hacernos una idea, enfermedades como el sarampión o la varicela, que también se transmiten por vía aérea, tienen índices reproductivos superiores a 10. Mientras, las estimaciones más recientes sitúan el R0 del H1N1/09 entre 1,30 y 1,70, con un valor medio de 1,46 para las dos olas. Esta cifra es ligeramente superior al R0 de la gripe estacional, cuyo valor medio es 1,28. Es decir, la probabilidad de propagación de la enfermedad ha sido baja en términos epidemiológicos.

“Esta pandemia nos ha enseñado que debemos estar preparados antes amenazas futuras. Hay mucho trabajo por hacer, las mutaciones futuras del virus pueden ser mucho más contagiosas que el actual. O incluso pueden aparecer nuevos virus más letales”. Concluye la doctora Chan.

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