Reflexión sobre el cosmos y las religiones

Somos seres humanos que aprendemos, fundamentalmente, a base de la experiencia. De nuestras percepciones sensoriales, de la observación y la imitación, de la cotidianidad. Por eso cualquier experiencia o pensamiento que quede lejos de nuestro entorno espacial y temporal, de nuestra dimensionalidad, nos resulta misterioso e incomprensible. 

Y es precisamente ese caldo de incertidumbre e inverosimilitud el que da pie a las más insospechadas especulaciones en torno a nuestra existencia. El ser o no ser. El porqué de nuestro mundo.

¿El universo siempre ha estado aquí? ¿O hubo un principio? Si hubo un principio, ¿cómo fue? ¿Quién o qué lo creó? ¿Qué había antes? El espacio, el tiempo, ¿son infinitos e inamovibles? ¿Por qué existo? ¿Cuál es mi función en el mundo? ¿Qué pasará cuando deje de existir yo? A mis seres queridos, ¿qué les pasará? ¿Les volveré a ver?.

 

Universum. Sobre la teoría de la eternidad. Fuente: Wikimedia Commons.

El entramado de la vida es complicado, casi un milagro. Tanto, que las religiones se valen de nuestra insignificancia para construir un mundo maravilloso creado por seres superiores, todopoderosos y omnipresentes que nos devolverán a la eternidad tras la muerte. ¿Incomprensible? Exactamente igual que las teorías cosmológicas sobre el origen del universo. Nuestra timorata mente se desalienta ante la idea de la nada y rápidamente busca refugio en la plausibilidad. Y vuelve de nuevo a la cotidianidad, a la confortabilidad de lo comprensible. Descansamos ante la sencilla idea de la creación y la morbosidad de la existencia eterna. Allá donde el empirismo científico no llega, donde las teorías son una cuestión de fe, la religión derrama su simiente. Porque no hay nada más humano que querer ser.

Comentarios

Lo más visto

¿Y eso de la cultura científica, qué es?

Sobre el criterio empirista de significado

El interno de Ciempozuelos que escapó para comprometerse con la Cibeles

Ellen Gleditsch: el nodo de la red de científicas pioneras en radiactividad