¿Sabes cuánta energía diaria gastas?

Muchas veces ni nos planteamos el consumo de energía que suponen nuestros hábitos y actividades diarias. Con la crisis climática que tenemos encima, conviene que, además del precio de las facturas, estudiemos en detalle el gasto energético que realizamos y cómo podemos reducirlo. Y una buena forma de comenzar es calculando nuestra pila diaria de consumo energético, tal y como ilustra el libro “Energía sostenible. Sin malos humos”, de la Universidad Pública de Navarra.

Podéis ver mi pila en esta tabla:

CONCEPTO	CONSUMO (kWh/d)
Transporte de mercancías	18
Fabricación de cosas	15
Alimentación	12
Luz/electrodomésticos	6
Calefacción/refrigeración	14
Avión	40
Coche	20

Debo confesar que nunca antes lo había hecho y me ha parecido un ejercicio muy interesante para todas las personas. Al menos a mí me ha ayudado a ser más consciente del gasto energético real que causo. Además, también reconozco que suelo hacer la vista gorda con gastos como la “fabricación de cosas”. Simplemente compro sin prestar mucha atención a la energía que ha requerido fabricar ese producto. Creo que a partir de ahora me informaré antes :)

Bueno, voy con una breve explicación de los cálculos que he hecho apoyándome en la información del libro:

Coche: entre mi casa y mi puesto de trabajo hay 14,2km que recorro de ida y vuelta de lunes a viernes. Teniendo en cuenta que la distancia por unidad de combustible recomendada en el libro es 14km/L y que mi coche es de gasolina (gasta unos 10kWh/L), mi pila de consumo por el uso de automóvil es de unos 20kWh/d en días laborables. La mantengo así también los fines de semana para compensar por los viajes esporádicos y de vacaciones.

Avión: de 2015 a 2020, es decir, antes de la pandemia, hice un viaje anual a Tokyo. La distancia media recorrida en un vuelo de este tipo es de unos 14.800 km, a los que debo sumar al menos uno o dos vuelos más dentro de Europa por asistencia a experimentos y conferencias (2x1800 km). Teniendo en cuenta que se trata de viajes de ida y vuelta, la distancia media diaria recorrida por la realización de estos viajes fue de 2x(14.800+1.800x2) km / 365 d = 101 km. Teniendo en cuenta un consumo medio energético por persona y km de 0.4xkWh/km (dato que se aporta en el libro), mi consumo medio anual es de unos 40 kWh/d.

Luz y electrodomésticos: me considero dentro de la franja habitual, el gasto en mi hogar supone unos 4 kWh/d. Incluyo también los 2kWh/d por dejar el equipo de trabajo enchufado 24/7 por si tengo que trabajar desde casa. Total 6 kWh/d.

Calefacción y refrigeración: también me considero una ciudadana media. Tomo el valor medio indicado en el libro de 14 kWh/d, teniendo en cuenta que tengo tanto calefacción como aire acondicionado.

Si sumamos toda esta pila de consumo, alcanzo un total de 125 kWh/d, es decir, supero la media española de 85 kWh/d sobradamente. ¡Un horror!

Ahora bien, si recalculo mi pila en época pandémica, es decir, mientras he estado teletrabajando, sin usar apenas el coche y sin viajar al extranjero, obtengo un total de 69 kWh/d: la partida de avión se va a 0 kWh/d (odio coger aviones, siempre los evito en vacaciones) y me pongo un consumo de coche de unos 4 kWh/d por alguna excursión y viaje de vacaciones, que contabilizo como un total de 2000 km al año.

Llegada a este punto, me gustaría remarcar la importancia de apoyar y fomentar el teletrabajo. No solo ayuda en la conciliación, también supone una importante reducción de la pila de consumo energético en algunos sectores de trabajo. En el mío por ejemplo, fuimos capaces de adaptarnos a la situación y descubrimos que las conferencias pueden ser en línea, e incluso fuimos capaces de realizar con éxito campañas experimentales en las que las personas locales montaron los detectores y la electrónica, y las que participamos en remoto controlábamos su funcionamiento y analizábamos los datos. Al final es cuestión de optimizar recursos, siempre hay una alternativa mejor a la actual. Y hay que esforzarse por encontrarla.Se lo debemos al planeta.