Medidas cotidianas y cocina

En cuanto he leído el tema de esta tarea he tenido claro sobre qué iba a escribir: medidas cotidianas y cocina, ¡cómo no! Y es que hace bien poquito he comentado en alguna otra parte cómo fueron mis comienzos en la cocina:

- ¿Cuánta sal le pongo?

- Un puñadito

- ¿Podrías concretarme qué es un puñadito?

- Pues no sé, que no se quede soso ni salado

- Y aceite, ¿cuánto le echo?

- Pues lo que te pida el filete

Va a resultar que ahora los filetes hablan… Estas eran las conversaciones que tenía con mi madre cuando empecé a cocinar. Y las cuento a conveniencia del tema: unidades e instrumentos de medida (si existen claro), y la precisión que tienen.

Pues va a ser bastante sencillo sacarle jugo al tema. Abro la primera receta de tiramisú que encuentro en San Google. Ingredientes:

  • 500 g. de queso crema Mascarpone

  • 6 huevos M (6 yemas para el sabayón y 4 claras para montar)

  • 150 g. de azúcar glass en polvo (recomendable) o azúcar blanquilla

  • 300 g. de bizcochos savoiardi o de soletilla

  • 4 cucharadas de Amaretto o el licor que nos guste

  • 10 a 20 g. de cacao puro en polvo (depende de dónde lo hagamos, más o menos cacao)

  • 150 ml. De café fuerte (el que más nos guste)

  • 1 pellizco de sal para montar las claras

     

    Tiramisú. Fuente: recetasderechupete.com
     

Comenzamos con los puntos detrás de las unidades. No, señoras, señores, los símbolos de las unidades de medida no van seguidos por puntos. Así que evitemos escribir “g.” o “ml.”, ¿de acuerdo? Entiendo que, en este caso, se podría utilizar como instrumento de medida una balanza con precisión de gramos o un vaso medidor, de esos que tienen una precisión de entre 5 y 10 ml.

Seguimos con los huevos M. ¿M de qué? Supuestamente quiere decir medianos, pero puedo asegurar que he visto huevos XL ecológicos más pequeños que los M que vienen en la caja de 24 huevos del Mercadona. Evidentemente, el porcentaje de precisión que una persona pueda tener en este caso, que se basa en la bien conocida medida de “a ojímetro”, depende de su experiencia previa haciendo este tipo de postres. Seguimos con las cucharadas de Amaretto (o el licor que tú prefieras). ¿Cuatro cucharadas que contengan cuánto licor? Mucho me temo que esto dependerá de la afición del cocinero o cocinera al susodicho alcohol, porque las cucharadas bien podrían ser soperas, de café o de postre. Y como no hay variedades de tamaños y cucharas… Luego viene el tema del cacao, “de 10 a 20 g depende de dónde lo hagamos”. ¿Pero qué significa eso? Desde luego, claridad y precisión en las instrucciones. Y del café fuerte, ¿qué me decís? ¿Me paso por la tienda del Nespresso a que me den distintas opciones de café “fuerte”? Está el Miami, de intensidad 9, el Ristretto de intensidad 10 o el Livanto, de intensidad 6. Por cierto, ¿alguien sabe qué medida es esa de la intensidad? ¿Se refiere a la cantidad de cafeína de la cápsula? ¿Al amargor del café? ¿Con cuánta precisión?

Paquete de 24 huevos de Mercadona.

Y, como buena valenciana adoptada, dejo la mejor unidad de medida para la traca final: el pellizco, ese famoso pellizco de sal que tan de boga ha estado en los libros de cocina de todos los tiempos. ¿De quién es el pellizco? ¿De Eduardo ManosTijeras o de mi sobrina de 3 años? Y ya no hablemos de los famosos “dedos” (-ponle un dedo de aceite a la sartén). Pues depende mucho de si es mi dedo meñique o el dedo gordo del pie de Fernando Romay.

En fin, que sería de agradecer un poco más de consenso en unidades de medida en la cocina...

Comentarios

  1. Por eso (entre otras cosas) la cocina no es un laboratorio... aunque muchas personas poco iniciadas se beneficiarían de recetas más precisas, seguro.

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